Cuando hablas de florecimiento, de tomar el mando es posible que por momentos te aturda el ruido que proviene de tu mente, que sientas falta de voluntad, que creas que algunas cuestiones que parecen sutiles no tienen sentido, cuando vives en un mundo que no comprendes y juzgas, te olvidas que eres semejante a la tierra que pisas y que tus hábitos responden a las creencias adquiridas previamente. ¿Qué florece en tu vida? ¿estás comandando lo que siembras? la intención es importante aunque sin tu presencia la intención con la que actúas no es tu propia intención y no te conduce a un resultado deseado. Muchas veces no valoras porque al no estar presente no tienes valor, te crees con poder para controlar cuestiones que dependen de factores externos a tu propia existencia, controlar cuestiones y conductas de otros, que tienen su propia voluntad, y por el contrario descrees de tu propio poder que está casi sin explorar, que está siempre derivado hacia un afuera, hacia un otro, es una gran confusión de la mente racional que opera desde lo que conoce, cree y ve desde un saber preestablecido. Hoy vacía tu mente, reconoce desde qué ideas y creencias sostienes tu conducta, decide qué pensamientos alimentar ¿que quieres ver florecer en tu vida? La semilla te muestra que cada pequeño fruto da lugar a uno nuevo, entonces aprende de la semilla y comienza hoy por tomar el mando de tu vida en algún aspecto, cumple con tu palabra, respeta esa decisión aunque parezca pequeña, un paso propia hacia algo que nunca te atreviste a hacer, desde tu voluntad divina. La voluntad sin propósito no existe, puedes hacer cosas desde la fuerza, incluso sin ganas ni deseo, tu no estás ahí. Abre tu mente y siembra tu semilla, dale luz a tu mundo desde ti, ten paciencia en el proceso, atraviesa los obstáculos y vas a saborear los frutos. Hoy toma el mando y elige sembrar lo que quieres disfrutar.
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