Es tiempo de comenzar a hacerte las preguntas correctas, preguntarte para qué haces lo que haces y encuéntrale el sentido a la realidad que vives, hazte conciente de lo que estás eligiendo, aún sin saberlo, comprende el proceso de las cosas hasta alcanzar su maduración, tal vez aquello que experimentas con dolor o disgusto es justo el entrenamiento que estás obteniendo para tomar la decisión que no te atreves a tomar, suele ser más común y tildado de fácil ver la vida desde la culpa o la victimización, ¿Cuántos por qué te preguntas en tu vida, cuántas veces luchas con lo que estás experimentando? ¿Cuántas justificaciones sostienen tu hoy?
Cuando vives el presente con la mente despierta y receptiva lees las entre-líneas de las situaciones, cuestionas lo que ves, comienzas a confiar en ti porque estás firme en tus certezas. Al cuestionarte desde dónde eliges decides despertar a tu nueva vida, tu energía aumenta, la vitalidad está presente. Suelta las ideas de control hacia lo externo a ti, deja de analizar todo desde tu saber, eso que sabes de ti te mantiene en una prisión mental, desapégate de la imagen que creaste de ti, de tu idea de ti y elige ¿quién quieres ser a partir de ahora, quien quieres ser en tal situación? Confía en ti, escúchate, alinea tu sentir, tu pensar y tu decir, pisa firme en tu propio camino, cada paso es nuevo, aventúrate, toma la oportunidad que se presenta cuando ya definiste qué quieres. Perdónate, suelta el pasado y confía en ti, eres el guerrero, avanza con confianza en tí hacia tu propósito.
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