Estabilizando el florecimiento.
Encuentra el equilibrio amplificando tu visión y observa más allá de lo conocido ¿qué es lo que te desestabiliza? ¿que emociones reprimes y mantienes bajo control y tensión? Integra a tu presente lo que estaba oculto, reconocelo y usa esa energía para dirigirte libremente haciá donde decidiste ir entramando las sincronicidades que te hacen sentir el fluir y la armonía del universo. El tiempo de florecer es ahora, sin apegos, sin tensiones, soltando con flexibilidad todo aquello inclina tu balanza emocional hacia las polaridades. Atinar, dar en el blanco, requiere un blanco, una dirección, un objetivo y habrá un resultado, el florecimiento.
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