Definiendo el ser.
Tiempo de poner límites y respetarse a uno mismo. Definir el propio terreno de acción es fundamental para no desviarse del propósito. Las posibilidades que cada uno tiene para experimentar plenamente su vida son infinitas, el cuerpo manifiesta ciertas limitaciones aparentes, igualmente la forma en la que cada quien experimenta su vida depende de las creencias que sostiene la mente y de olvidar que no somos el cuerpo, este es sólo el vehículo que creamos y utilizamos para comunicarnos. Es tiempo de definir el campo de acción, evitar los juicio, las sentencias y establecer los limites amorosamente. El amor que uno tiene por si mismo se refleja en todo lo que vemos, sostenemos, percibimos y en cada manifestación de lo que aparentemente es ajeno a uno, nuestro amor se refleja en el todo y el todo en uno. Observa tu vida con una mirada inocente, sin victimismo ni culpabilidades y toma conciencia de todo aquello con lo que interactúas. La decisión acerca de tu vida es sólo tuya, esta es tu experiencia, lo que ves es tu reflejo, lo que te hace reaccionar son tus conflictos basados en las creencias que tu sostienes. ¿Cómo quieres vivir?, ¿Cómo te proyectas?, ¿Cual es tu territorio?, ¿Qué estás dispuesto a modificar?, ¿Qué crees de ti ahora mismo?, son preguntas que te harán conciente de tu aparente realidad, tus respuestas te permitirán sentir que tan libre te dejas vivir. El ser sólo es, es tiempo de jugar tu juego, define las reglas, vuelve al origen y permite que se manifieste la vida. Bendiciones.
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