Purificando para equilibrar.
Encuentra tu propio ritmo, son muchas las veces que intentas acoplarte al ritmo ajeno, que te apuras o retrasas por no serte fiel, que dejas de escuchar tu sabiduría interna para escuchar lo que dice el afuera, o esperas que lo que nunca funcionó funcione porque debería ser así. Cada vez que te desatiendes pierdes tu equilibrio, tus emociones comienzan a desestabilizarse en la búsqueda de complacer algo que no es necesario y aun así no logras callar en tu mente. Es tiempo de que te permitas fluir en tu propia esencia, vivir en tu tiempo a tu ritmo, escuchar tu voz y purificar cada rincón de tu mente donde algún mandato te está diciendo que lo que haces es correcto o incorrecto, deja de juzgarte, deja de desilusionarte de ti mismo, no es tiempo de semejantes exigencias absurdas, tu eres el hijo amado del creador, respétate, escúchate, siéntete, valórate y con ese amor incondicional permítete fluir por tu vida experimentando el proceso de las cosas con alegría. Ya has sembrado, la cosecha lleva su tiempo, no desesperes, cuida tu jardín, cuida la siembra mientras vives plenamente, cuando lo haces simple el equilibrio es la única opción. Bendiciones.
